Post by LauraMundy on Oct 28, 2007 15:37:20 GMT 1
Fandom: Afterlife, of course
Spoilers: Pues sí. Series finale.
Rating: PG/Alert/ANGST
Dedicatorias: A mi Ele, por haberme aficionado a esta serie de la que he disfrutado tantísimo,aunque fuese a base de calentarme la cabeza A mi Re, por la merienda de ayer, por ser tan dulce, por todos los regalos que me dio sin haber necesidad....y por último pero no menos importante, a sandrita, nuestra segunda miembro del clan Afterlifeiano
Disclaimer Volk, te odio y te adoro, ambas cosas. Podría ir a tu casa, e intentar comerte la bola para hacer una tercera temporada juntitos en la que el alerty siempre esté presente y seamos felices como perdices...en serio...me caso contigo si hace falta...Joooooo XD
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“You know what is like to loose someone that you love don’t you? You know what I’m going through. I don’t want to have to watch him die like you did, and I don’t have to if you help me....please. Take somebody else. Please don’t take him, please don’t take him” –Alison Mundy.
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“Couldn’t save you from the start
Love you so it hurts my soul
Can you forgive me for trying again?
Your silence makes me hold my breath
...time has passed you by.
For so long I’ve tried to shield you from the world
You couldn’t face the freedom on your own
...here I am left in silence
You gave up the fight, you lef me behind
All that stands forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven
Watch the clouds drifting away
...still the sun can’t worm my face
I know it was destined to go wrong
You were looking for the great escape
To chase your demons away.
Here I am left in silence...
You gave up the fight, you left me behind
All that stands forgiven
You’ll always be mine, I know deep inside
All that stands forgiven
I’ve been so lost since you’ve gone
Why not me before you?
Why did fate deceive me?
Everything turned out so wrong...
Why did you leave me in silence?!” –Forgiven, Within temptation.
Cayó al suelo, derrotada, con un llanto que salió de su dolor. No el de la caída, no el que le hubiese importado hacerse desangrándose en mitad de aquel basto pasillo. Nadie daría algo por su pobre alma corrupta. Y la única persona que lo hacía estaba debatiéndose. Vida. Muerte. Vida. Muerte. Quedarse a su lado o dejarla sola para siempre.
Sola para siempre…
Sus llantos incrementaron en intensidad, ahogándola, sin tener unos brazos cálidos que la sujetaran y pudiesen darle consuelo. No. Sólo Robert había conseguido eso y no se lo habían devuelto. Maldita sea. No se lo habían devuelto.
¿Por qué?
La botella de vino blanco vacía la miraba con desprecio desde la mesa. Su cuerpo, hecho un ovillo en el sillón. Dejando pasar las horas mientras daba trago tras trago y usaba como único consuelo las últimas palabras de él. Sus preciosos ojos azules estaban rojos e hinchados y su melena rubia más descuidada que de costumbre.
Sabes que dejo algo muy preciado atrás…lo sabes, ¿verdad?
No quiero perderte…
Y su expresión. De entender por fin. De saber sus sentimientos con tal certeza, pero llorando ambos porque era demasiado tarde como para demostrarlo. Sólo quedaban las lágrimas para ello. Y el recuerdo de sus ojos, verdes y asustados como los de un niño, en los de ella.
Tengo miedo…
No lo tengas. Yo estoy aquí, a tu lado.
Si tan sólo le hubiese dicho la verdad. Si tan sólo se la hubiese dicho…no hubiese perdido el tiempo guardando en su interior todos sus sentimientos por permitir su felicidad con Jude. Hubiese dicho todo lo que tenía que decirle…
Demonios, hubiese aprovechado sus días con vida, aunque fuese hablando, aunque fuese…compartiendo discusiones, riendo, relajados como los últimos días, aunque fuese…dándole la oportunidad de saberlo cuando aún vivía.
Alison comenzó a moverse torpemente, sus pies sin acertar del todo a dar con el suelo. Su cabeza dio vueltas y sintió un fuerte mareo que la hizo cubrirse la boca para evitar una náusea. Una vez consiguió ponerse en pie, divisó en la mesa el sobre abierto, su escrito y las palabras que le había dedicado. No sabía ya cuantas veces había desgastado el papel de leerlas. De recordar que esa fue su letra…que eran palabras salidas del corazón.
Se sentó, como buenamente pudo, tirando la botella al suelo. Reventó en miles de pedacitos de cristal, yendo uno a parar a su mano, haciéndola sangrar levemente. No le importaba el corte. Arrancó el trozo de papel, tiñéndolo por la esquina de rojo. Tomó el bolígrafo. Escribió algo y se levantó. Cogió el abrigo y se lo puso, dando un portazo tras de sí.
Anduvo las calles como alma perdida. Sin pasos fijos. Sólo sintiendo la caricia de la bruma y el frío que calaba sus huesos, a pesar de los pequeños rayos de sol que podían filtrarse entre las nubes. Calle abajo, sin saber a dónde la llevarían esta vez…sin una guía. Pasó delante del cementerio, donde le había dejado su muñeca rusa. Aquella que él había sabido tan bien identificar con ella misma. Pero no sabía que la había recompuesto, que la había hecho entera….para desarmarla otra vez con su marcha.
Un precipicio se alzaba ahora ante sus ojos. Había agua bajo ella. Abundante. Cerró los ojos y pensó en cómo se sentiría al caer, como cayó cuando se la llevó Joshie…perderse en la oscuridad….que nadie encontrase su cuerpo muerto...
Pie derecho alzado al aire…
Sonrió, por primera vez en mucho tiempo, saboreando por primera vez la auténtica libertad. Sin escuchar más murmullos que aquel del agua y el aire.
Dejarse caer…
Una corriente de aire tras ella que la paralizaba. No la permitía seguir. Le impedía terminar con su vida; con lo que llevaba deseando hacer días y días. Como acto reflejo, sin tan siquiera ser consciente, ya había retrocedido varios pasos, quedando lejos del abismo.
Al volver a casa y dejar su abrigo, algo había cambiado. La posición del bolígrafo era otra, al igual que la del papel que había usado para escribir. Extrañada, dejó el abrigo en el perchero, sin tener muy claro si lo que veía se debía al alcohol o a algo real. Fue acercándose.
Te echo de menos, había escrito. Una tontería de la que, pensó, no obtendría respuesta.
Pero sus ojos se abrieron con sorpresa al averiguar que había otra línea trazada más abajo.
Odio verte así
Cayó, derrumbada, en la silla, sujetando el simple trozo de papel como oro en paño.
-Robert…
Fin