Post by sandra on Dec 31, 2007 1:53:45 GMT 1
Título: Somos extraños
Resumen: Lo primero que pasó por su mente cuando lo supo fue aquella estúpida canción que había apuntado sin querer en la infame lista.
Aclaraciones: No son mios, lo que es una pena. De todas formas, Andy siempre me deja jugar con su personaje y tal. Aparte de eso, esto es una visión before los drabbles de la jefaza. Con su permiso y todo
Pairing: El alert está presente, pero es Rude un poquito, al menos Jude conforta.
Dedicatorias: Si me permiten hacer una sola dedicatoria estaria muy agradecida porque esto va para lau. Y aparte de porque la quiero muy mucho, ella nos ha regalado unos preciosos drabbles que debes leer YA! Asi que Lau, gracias y mil gracias. Para ti guapiisiima.
I don't know your face no more
Or feel your touch that I adore
I don't know your face no more
It's just a place I'm looking for
We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a different world
We might as well
We might as well
We might as well
I don't know your thoughts these days
We're strangers in an empty space
I don't understand your heart
It's easier to be apart
We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a another time
We might as well
We might as well
We might as well be strangers
Be strangers
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know
We might as well be strangers-Keane
Somos extraños
Lo primero que pasó por su mente cuando lo supo fue aquella estúpida canción que había apuntado sin querer en la infame lista. La borró, pero la melodía seguía ahí, en su cabeza.
Y ahora resonaba con demasiada fuerza.
Su cuerpo no respondía demasiado bien a lo que estaba sucediendo en ese momento. Algo en su cerebro-gastado y agotado- le dijo que dejara todo. El auricular resbaló por sus manos y acabó chocando contra el escritorio. Aún podía oir el murmullo. Ese “Sentimos comunicarle que la señorita Alison Mundy ha…” y después todo se volvió oscuro y nada tenía sentido.
Ni siquiera se dio cuenta que era demasiado tarde para ir a clase. Se limitó a sentarse en el sillón, a mirar el teléfono, a intentar encontrar las palabras adecuadas para convencerse y darse cuenta que ella no estaba. Alison.
Fue entonces cuando notó una humedad sobre sus ojos. Y no la detuvo. Si no lo hacía ahora, jamás volvería hacerlo.
De hecho, ¿qué se suponía que iba a hacer ahora? Él se moría. Ella no estaba. Sólo le quedaba…esperar. Posiblemente ella pensaría que podría retomar su vida, que miraría atrás y diría: “Si, la conocí, pero estaba loca” o algo así.
“A veces estas cosas pasan” ¿ocurrir? No debían dejar que las personas buenas, inocentes, los niños, personas como Alison murieran. No debía ocurrir que la muerte a veces avisara con premeditación y otras veces solo golpeara tu puerta y te llevara con ella a Dios sabe que lugar.
Su mirada cansada viajó con urgencia hacia el escritorio, hacia el manuscrito que estaba incompleto. Se dio un golpe contra la pared. Suave, para saber-comprobar y demostrar- que seguía respirando y que era real. Tanto que quemaba
Recuerda como Barbara se acercó a su despacho preocupada. Como intentó hablar con él en vano y como había murmurado “Alison” y “muerte”. No se acuerda como, ni a que hora y mucho menos cuando, la noche cayó.
-Robert- llamó la voz aguda de Jude.
No se inmutó. Dejó que ella llegara, se sentara a su lado, en el suelo-de dónde no se había movido desde la noticia-e intentara encontrar palabras para animarle.
-Lo siento- le oyó decir.
Quiso gritarle que como podía sentirlo si ella se había limitado a no saber nada de ella, a criticarla con dureza, a ponerle una etiqueta y estar celosa las veinticuatro horas del día. Quiso decirle que no lo podía sentir tanto como él. Quiso que el tiempo se detuviera y que Alison estuviera ahí. Quiso…
-No es justo- dijo tras horas de silencio. Ella solamente se limitó a abarcarle con sus brazos y a darle algo de calor.- No estaba sola.
-Lo sé.
Robert tragó saliva.
-Me tenía a mí, ¿sabes?- susurró. La miró de reojo y ella asintió.- Me tuvo.
“Me tiene” se aguardó para adentro. Dejó caer su cabeza, comenzó a respirar con normalidad y pensó que quizá dentro de unas semanas, quizá días o quizá meses-quien sabe- volvería a verla. A oir sus gritos, a llamarle de todo y quizá dentro de un tiempo, dejarían de ser los extraños que Robert sentía que eran ahora.
Quizá.
Resumen: Lo primero que pasó por su mente cuando lo supo fue aquella estúpida canción que había apuntado sin querer en la infame lista.
Aclaraciones: No son mios, lo que es una pena. De todas formas, Andy siempre me deja jugar con su personaje y tal. Aparte de eso, esto es una visión before los drabbles de la jefaza. Con su permiso y todo
Pairing: El alert está presente, pero es Rude un poquito, al menos Jude conforta.
Dedicatorias: Si me permiten hacer una sola dedicatoria estaria muy agradecida porque esto va para lau. Y aparte de porque la quiero muy mucho, ella nos ha regalado unos preciosos drabbles que debes leer YA! Asi que Lau, gracias y mil gracias. Para ti guapiisiima.
I don't know your face no more
Or feel your touch that I adore
I don't know your face no more
It's just a place I'm looking for
We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a different world
We might as well
We might as well
We might as well
I don't know your thoughts these days
We're strangers in an empty space
I don't understand your heart
It's easier to be apart
We might as well be strangers in another town
We might as well be living in a another time
We might as well
We might as well
We might as well be strangers
Be strangers
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know of you now
For all I know
We might as well be strangers-Keane
Somos extraños
Lo primero que pasó por su mente cuando lo supo fue aquella estúpida canción que había apuntado sin querer en la infame lista. La borró, pero la melodía seguía ahí, en su cabeza.
Y ahora resonaba con demasiada fuerza.
Su cuerpo no respondía demasiado bien a lo que estaba sucediendo en ese momento. Algo en su cerebro-gastado y agotado- le dijo que dejara todo. El auricular resbaló por sus manos y acabó chocando contra el escritorio. Aún podía oir el murmullo. Ese “Sentimos comunicarle que la señorita Alison Mundy ha…” y después todo se volvió oscuro y nada tenía sentido.
Ni siquiera se dio cuenta que era demasiado tarde para ir a clase. Se limitó a sentarse en el sillón, a mirar el teléfono, a intentar encontrar las palabras adecuadas para convencerse y darse cuenta que ella no estaba. Alison.
Fue entonces cuando notó una humedad sobre sus ojos. Y no la detuvo. Si no lo hacía ahora, jamás volvería hacerlo.
De hecho, ¿qué se suponía que iba a hacer ahora? Él se moría. Ella no estaba. Sólo le quedaba…esperar. Posiblemente ella pensaría que podría retomar su vida, que miraría atrás y diría: “Si, la conocí, pero estaba loca” o algo así.
“A veces estas cosas pasan” ¿ocurrir? No debían dejar que las personas buenas, inocentes, los niños, personas como Alison murieran. No debía ocurrir que la muerte a veces avisara con premeditación y otras veces solo golpeara tu puerta y te llevara con ella a Dios sabe que lugar.
Su mirada cansada viajó con urgencia hacia el escritorio, hacia el manuscrito que estaba incompleto. Se dio un golpe contra la pared. Suave, para saber-comprobar y demostrar- que seguía respirando y que era real. Tanto que quemaba
Recuerda como Barbara se acercó a su despacho preocupada. Como intentó hablar con él en vano y como había murmurado “Alison” y “muerte”. No se acuerda como, ni a que hora y mucho menos cuando, la noche cayó.
-Robert- llamó la voz aguda de Jude.
No se inmutó. Dejó que ella llegara, se sentara a su lado, en el suelo-de dónde no se había movido desde la noticia-e intentara encontrar palabras para animarle.
-Lo siento- le oyó decir.
Quiso gritarle que como podía sentirlo si ella se había limitado a no saber nada de ella, a criticarla con dureza, a ponerle una etiqueta y estar celosa las veinticuatro horas del día. Quiso decirle que no lo podía sentir tanto como él. Quiso que el tiempo se detuviera y que Alison estuviera ahí. Quiso…
-No es justo- dijo tras horas de silencio. Ella solamente se limitó a abarcarle con sus brazos y a darle algo de calor.- No estaba sola.
-Lo sé.
Robert tragó saliva.
-Me tenía a mí, ¿sabes?- susurró. La miró de reojo y ella asintió.- Me tuvo.
“Me tiene” se aguardó para adentro. Dejó caer su cabeza, comenzó a respirar con normalidad y pensó que quizá dentro de unas semanas, quizá días o quizá meses-quien sabe- volvería a verla. A oir sus gritos, a llamarle de todo y quizá dentro de un tiempo, dejarían de ser los extraños que Robert sentía que eran ahora.
Quizá.