|
Post by LauraMundy on Oct 27, 2007 12:43:41 GMT 1
Disclaimer:Steph, lo sabemos, no son nuestros. Lo asumimos. Y somos felices con ello porque así podemos crear estas cosas que al menos nos hacen pasar un buen rato, angustiarnos o reír, como es este el caso. Fandom: Sí, espera, ¿cómo se llama esta serie? Oh, sí, Afterlife. Shipper:Este fic está en buenas manos en ese aspecto…Alison/Robert forevah and evah y esas cosas. Rating: PG/Humor/RST Spoilers: Situado entre el 1x05 y el 1x06…o séase: Entre Sleeping with the dead y The 7.59 club. Aunque es más bien un AU. Notita adjunta: Quiero decir antes de empezar nada que este fic ha sido co-escrito, realmente. El mérito no es únicamente mío. Gracias a almooky, que teníamos mono mutuo y enseguida nos hemos puesto a trabajar. ********* “Some stupid chick in the checkout line, was paying for beer with nickels and dimes, And some old man who clipped coupons had argued whenever they wouldn’t take one.
All I wanted to buy was some cigarettes,but I couldn’t take it anymore so I left
I hate everyone
I hate everyone
I hate everyone ......
All the people on the street, I hate you all! And the people that I need, I hate you all! And the people that I know, I hate you all! And the people that I don’t, I hate you all!
Oh, I hate you all!
Some f**king not a very nice person just cut me off And gave me the finger when I f**king honked Then he proceeded to put on the brakes He slammed on the brakes, but I made a mistake When I climbed out of my van he was waiting But he was six three and two hundred pounds of Satan
I bet you think I'm kidding But I promise you its true I hate most everybody,but most of all I hate... Oh,, I hate you “******** PROLOGOLa luz de la farola exterior dio de lleno en su cara, pero más que resultar una sensación agradable, casi hizo que sintiera atravesada, a medio camino entre ella misma y el retrete, la escasa cena. Tenía los ojos henchidos. Tampoco había dormido, como solía ser costumbre. Se las había pasado escuchando sus llantos y los de un Joshie tremendamente dolido. Asomó despacio, con una pereza casi sobrehumana, los pies por debajo del edredón. Sabía lo que tocaría al salir de ese jodido lugar: Ir hasta el mercado, volver, posiblemente ver al –“señor perfección” –Doctor Bridge que se había marchado de su casa dando un sonoro portazo. Cierto, podían conocerse desde hacía relativamente poco tiempo, pero pensó que había transcurrido el suficiente para la confianza. Un mínimo. Sólo le pedía eso. Un mínimo de confianza. Pero no, la seguía tratando exactamente igual que el primer día, o incluso peor, alzando más y más el muro entre ellos. Y si podía mantenerse lejos de ella, mejor. No sabía si le hacía gracia o le dolía horrores que fuera tan sincero con todo cuanto le inspiraba su sola presencia. ¿Qué era? ¿Le repugnaba acaso? ¿Si lo hacía, por qué demonios se estaba dejando los ojos secos delante del portátil en un proyecto sobre alguien que no hace más que amargar tu existencia? Su marido amargó la suya, no tardó mucho en salir corriendo… Su cuerpo cedió otra vez más al agotamiento, pensando que quizá un latigazo de cafeína –o, conociéndose, se veía de nuevo en compañía de su inseparable vino o algo que llevara en sí implícita la palabra “alcohol” –la haría despertar del letargo. Entró en el cuarto de baño, dándole al interruptor: Su cabello estaba más desmoronado que cualquier otro día, el bello azul de sus ojos estaba completamente destrozado por la rojez en ellos y las bolsas bajo los párpados estaban especialmente pronunciadas, algo oscuras. -Joder –Dijo a su propio reflejo, esperando que éste respondiera. Tras una ducha que creyó que la relajaría pero no lo hizo, bajó las escaleras, echando con movimientos casi automáticos agua a hervir y sentándose a la mesa. Esperó que la tetera calentase el agua mientras, torpemente, echaba el café soluble a la taza. Unos cuantos granitos quisieron salir del mismo quedando esparcidos por toda la encimera. Enterró la cara entre sus manos, cansándose de esperar. A todo, a nada. Se incorporó con brusquedad, yendo hasta donde tenía su abrigo largo de punto sin antes aplacar radicalmente el chirriante ruido que acababa de comenzar. Con las mismas, cerró con fuerza tras coger el bolso. Se quedó con la cabeza apoyada sobre la puerta en gesto resignado. El camino que tendría que tomar hasta poder alcanzar su parada de autobús sería considerablemente largo. Anduvo, sin pensar, la mitad del camino se las pasó intentando centrarse en pequeñeces, en el matrimonio que caminaba o esa chiquilla comprando fruta pero lo mismo volvía a su cabeza como un boomerang. Que Robert había decidido finalizar el “proyecto” que los “unía profesionalmente”, mandando a la mierda a su propio hijo con todo eso, también. Pero, claro, ella-no-está-bien. Alison Mundy se sentó en el banco más próximo, ya agotada de dar palos de ciego por todas partes. Se sentía estafada, cansada con todo el mundo. Pero tenía que hacerlo aunque fuera por la opresión en el pecho que sentía ahora, cosa que, quería creer, era por el crío. Tenía que ser por el crío, no porque ese…. El sonido del móvil interrumpió, hoscamente, todos sus insultos mentales hacia el tipo a quien estorbaba día sí día también. -Maldito cabrón, Robert –Enunció, en voz baja, observando el identificador de llamadas. Era irónico, parecía que la había escuchado. 1.ALL AT ONCE “There are certain people you just keep coming back to She is right in front of you You begin to wonder could you find a better one Compared to her now she's in question
And all at once the crowd begins to sing Sometimes the hardest thing and the right thing are the same
Maybe you want her maybe you need her Maybe you started to compare to someone not there
Looking for the right one you line up the world to find Where no questions cross your mind But she won't keep on waiting for you without a doubt Much longer for you to sort it out
And all at once the crowd begins to sing Sometimes the hardest thing and the right thing are the same
Maybe you want her maybe you need her Maybe you started to compare to someone not there Maybe you want it maybe you need it, Maybe it's all you're running from, Perfection will not come
We'd never know what's wrong without the pain Sometimes the hardest thing and the right thing are the same Maybe you want her maybe you need her Maybe you had her maybe you lost her to another To another”-The fray, All at once.******************** Dejó caer cadera y piernas sobre el césped del parque mientras escuchaba los incesantes y lentos *beeps* de su llamada. Miró a su coche con desesperación. Ahí estaba. Tan cerca pero tan lejos y a esas horas. Su vehículo en el arcén, con una rueda inútil, los servicios mecánicos apunto de cerrar y ninguno disponible. No sabía qué resultaba más patético, si el hecho de que su coche había pinchado o el hecho que sucediera justo al pasar el puente por culpa de un socavón mal avenido en medio del asfalto. Metros de su casa. Metros. El mensaje dejado en el buzón de Jude no recibía respuesta por el momento. Las ocho. Mierda. Había marcado el número sin sentido alguno, tenía que reconocerlo, pensando en que hablar con alguien aliviaría el caos. De entre todos tuvo que ser Alison a quien eligiera para ello. Echó una risa burlona al aire que fue fundiéndose con el viento. ¿Qué esperaba, que le respondiera después de la actitud que había tenido? ¿Después de haberla dejado, de no haberla consolado cuando estaba bebida, destrozada porque habían utilizado algo en lo que ella creía con toda su fe para luego juguetear con la información a su antojo? No estuvo ahí, no fue el amigo que debió haber sido y no estuvo ahí. Vale, es posible que su culpabilidad fuera responsable de hacerle marcar ese número. Sólo un poco, una ínfima parte. Sí. Lanzó un bufido, apunto de colgar para intentarlo más tarde. Un clic. Se incorporó con rapidez. -¿Qué coño quieres? –Dijo, con una más que notable puntada de rabia en el tono, la voz al otro lado. Suspiró. Lo esperaba. -Alison, por una vez llamo en son de paz. -Una risa seca, ácida, bastante parecida a la que él había escupido a la nada, rezumbó en sus oídos –¡Oh, maravilloso! Entonces, ¿qué va a ser? ¿Discurso pacífico para que me calle o vas a compensarme con alguna otra tontería? No tengo ganas de escuchar toda tu mierda terapéutica ahora, Robert. Ahórratelo. Tienes cosas mejores que hacer y te recuerdo que ya no “tenemos nada que ver” profesionalmente. -Se apresuró antes de que colgara, porque sabía que iba a hacerlo –¿Sabes? Con el coche roto no creo que pueda encontrar demasiado entretenimiento y tú tampoco creo que lo hagas, aunque a estas horas posiblemente tu amiga la botella de vino vacía esté contándote su vida. -Qué agudo –Replicó, irónica –Lástima que no lo seas cuando debes –Terminó, cortante –Si llamaras a un taller perderías menos tiempo… -Robert cerró los ojos con fuerza. Se mordió el labio. Quería terminar con esto –¡Bien! ¿Vas a estar así mucho tiempo más? Lo digo para que tú guardes saliva y yo dinero si a eso estamos –Hizo una pausa, llevándose la mano al entrecejo. Sabía que la estaba hiriendo de nuevo, por un segundo le pareció escuchar un suspiro dolido y eso pudo con él. Bajó el tono –¿Quieres hablar? ¡Hablemos! Ven a echarme todos tus sapos encima y de paso tú también pierdes menos tiempo ayudándome. ¿Te parece un buen trato? De nuevo el silencio entre ellos. Aquellos que, presenciados en persona, se transformaban en miradas que empezaban a tornarse demasiado significativas. -Sólo una cosa –La voz de Alison interrumpió de nuevo sus pensamientos –¿En orden de qué exactamente tengo que hacer esto o, es más, tratarte ahora? Antes de poder tener tiempo para racionalizar su respuesta la línea había muerto al otro lado. De sus labios se escapó inocentemente una sonrisa de medio lado. Volvió a recostarse hasta que quince minutos más tarde el ruido de tacones contra asfalto le hizo volver del ensimismamiento. Ahí estaba, donde siempre quiso que le correspondiera, entre la luz y la oscuridad. Qué ridículo pareces, acusaban sus ojos, tan cerca ahora. Y a él pareció no importarle porque los dos rondaban el mismo punto. Lo sabían. Nunca en todo este tiempo se había alegrado más de verla. TBC....
|
|
|
Post by sandrabrigde on Oct 27, 2007 12:56:41 GMT 1
Ya te lo dije el otro día que el prólogo me había encantado con ese canon que marca todos tus personajes y que no salen de él. Eso está perfecto. La Alison de este fic es totalmente ella, atormentada porque escucha a Joshie, cansada de que Robert no confíe en ella y que la trate como la trata. Y si, tiene a Robert en la boca, en la cabeza y llama. Es lo que pasa muchas veces. El capitulo uno ha hecho que me vuelva a enamorar de Robert, más si cabe. Tumbado en la hierba, despejándose, mosqueado con el taller porque no pueden recoger el coche, y no se le ocurre otra cosa que llamarla, ¿por? jiji porque es Cannon y se quieren y colorin colorado. En serio, lo de tomar algo...veremos a ver por donde acaba esto, pero vaya...que tengo ganas de seguir leyendolo. Muaks
|
|
|
Post by LauraMundy on Oct 27, 2007 15:25:09 GMT 1
OMGGG Qué rapidez siriusly, así da gusto. Veamos... Es eso que llaman....serendipia, ¿no? Pequeños detalles así que sólo te llevan a la conclusión de que no puede ser más que cosa del destino.... en caso de ellos, no iba a ser menos, a pesar del tremendo cabreo y las circunstancias en las que están ambos envueltos ahora. La entiendo perfectamente, porque tanto como ella sufrió esa humillación la sufrí yo misma, y encima el otro reacciona así, pues no así que a lo único que nos limitamos fue a encuadrar una, en principio "locura" de argumento. Muchísimas gracias, sabes que abrazo con mucha ternura mi canon... MWAKS! Ya le diré a Almu que se pase por aquí, para que sea buena chica y dé las gracias jajajjaja Un besote, corazón.
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 9, 2007 21:40:04 GMT 1
Siguiente capítulo 2.After…what?-Tampoco era necesaria tanta queja, sólo había que empujar un poco. ¿Ves? -Aún cuesta moverla –Suspiró él –Alison, déjame a mí. Es más maña que otra cosa… -No no no –replicó –Si la colocas de esta forma, funcionará. Estoy segura. Dios, ¡está durísima! -Éste puso los ojos en blanco –Te lo dije –Se movió un poco – De acuerdo, tú…sujetas por ahí. Ambos presionaron, el sobreesfuerzo les hizo lanzar un agotado gemido al tiempo que volvían a tumbarse….viendo lo que había resultado de colocar la rueda. Volvieron a incorporarse, ésta vez quedándose de pie y se miraron como si acabaran de hacer la cosa más estúpida de sus vidas. -Ha sido fácil –Se apresuró ella a romper tanto el contacto visual como la tensión –Bien, ahora que he descubierto mi faceta mecánica supongo que ya no hace falta que esté aquí, ¿no? -Los últimos acontecimientos, entonces, volvieron a ambos como una bocanada de aire frío –Oh, por favor no seas tozuda, ¿quieres? –Iba aproximándose hacia su coche –Te dejaré en casa. -Puedo volver por mí misma perfectamente, no hace falta que otra vez intentes arreglar tus –recalcó –meteduras de pata. -¿Meteduras de pata? –Robert alzó la voz. Lo que menos esperaba escuchar justo en ese momento era eso. Herir su ego. Fue hasta su coche, sujetando la puerta –Perdona, pero intentaba protegerte. Alison se aproximó a él, alzando las cejas -¿Protegerme? ¿En serio? ¿Cuándo fue eso?, porque hasta el momento no me he enterado -Éste, en el impulso de furia, soltó la puerta con hosquedad –Puede que en el preciso momento en que tú decidiste que el mejor modo para afrontar algo así era apartarse del mundo. Perfecta opción ¿eh? -¿Tú hablando de afrontar algo? Josh sigue en mi casa, llorando por tu causa. -Ese tema se dio por zanjado –Contestó, mirándola fijamente y sin abandonar su tono. -¡Zanjado! ¿Quién se obceca ahora, hm? -Robert enarcó una ceja en gesto de indignación –¿Quién ha sacado el tema en primer lugar? Si lo llego a saber, no te hubiera llamado –Otro paso más hacia Alison. -¡Si lo llego a saber –exclamó –no te ayudo a arreglar tu maldito coche! -¡Bien! –Correspondió él, volviéndose de espaldas -¡Perfecto! Escuchó sus pasos llenos de ansia por abandonar el lugar. Pero cuanto estaban presenciando sus ojos no podían permitirle dejarla ir. Tampoco el hecho de discutir ya por segunda vez en el mismo día. -¿A..Alison…? -¿Y ahora qué coj….? El coche. Dónde está el coche. Vio cómo Robert, despacio, asimilando su propio trauma, señalaba hacia el lugar donde antes estaba y cómo había empezado a rodar por sí mismo calle abajo. -Oh, Dios mío. Antes de que sus piernas no dieran más de sí para correr, sólo supo escucharle decir algo parecido a corre. Así lo hicieron, uno detrás del otro, intentando que el vehículo no llegara hasta la autopista o algo parecido y acabase pasto de las llamas. Cuando casi lo tenían, pasando por calles y callejuelas de mala muerte llenas de basura, mal olor y grafitis, lo vieron desviarse ligeramente….hasta acabar estampado contra un muro. El parachoques completamente hecho trizas, acompañando al cristal además de los parabrisas. El capó, hecho una madeja, empezaba a echar humo. Algo se encogió dentro de su estómago. Debieron haberse acordado aunque fuera del freno de mano. Miró, con mucha timidez a Robert, quien sujetaba su cabeza con ambas manos manteniendo la vista fija en el suelo. -Esto va a costarme caro –dijo, más para sí que otra cosa –Muy caro. -Alison se volvió hacia él. Sacó de su bolso algo anaranjado de la compañía de transportes –El transporte público no está nada mal, Robert. Podrás usarlo mientras tanto –Le enseñó los bonos con expresión de disculpa, aunque sin evitar que en la comisura de sus labios se dibujara el triunfo. Miraron justo frente a donde todo había tenido lugar, unos metros más allá. Un bar minúsculo con cartel de letras fosforescentes y azuladas les daba la bienvenida al “acogedor” hogar. Él no dijo nada. Sólo la miró entornando los ojos, le cogió con brusquedad uno de los bonos y el teléfono móvil. A continuación entró y tras él, Alison. No había nada mejor ni aunque se empeñasen por la zona. Les esperaba una noche demasiado larga. ************** Hileras e hileras de humo emergían de los pitillos de todos los clientes dentro de aquél tugurio hasta que llegaban al techo y se fundían entre sí, perdiéndose a lo mejor en algún punto de las muchas lamparillas que decoraban el local. Bajo las mismas, una minúscula mesa de billar alrededor de la cual varias personas jugaban en grupos, riendo. Varias mesas escasas y redondas estaban dispuestas de cualquier manera aunque la gente solía quedarse más en la barra. Pero las dos personas que estaban cercanas a todo eso pero en situación discreta no lo preferían así, más después de la distancia que habían tenido que recorrer a tanta velocidad. Ante sus miradas perdidas, dos vasos llenos de whisky –Bueno, ya medio vacíos a decir verdad –observaban esa callada presencia de ambos. Robert suspiró. Dio otro trago. -Dijeron que con urgencia… -Sólo han pasado quince minutos, y teniendo en cuenta las horas – Alison miró, entrecerrando los ojos, su reloj de pulsera – dudo que se den prisa. -Al menos podrían tener el detalle de avisar –Exhaló un bufido mientras, desesperado, continuaba vigilando que todo estuviera en orden fuera. -Claro –Respondió su compañera de fatigas esa noche, sin soltar el vaso en algún momento –si tú les llamas estoy convencida de que se darán toda la prisa del mundo. El camarero, un hombre fornido de expresión campechana y cabellos oscuros, cortos y llenos de sudor, quien no hacía más que cumplir con la inocente penitencia de cubrir su contrato como otro ciudadano más, miraba de refilón pero al mismo tiempo poniendo ojo analítico en esos dos. A la rubia le gustaba el estirado, el estirado no se daba cuenta o no quería darse cuenta y lo hacían pagar odiándose tanto como podían. Además de darle dolor de cabeza, porque entre la hippie y el que ni siente ni padece… Se daba todos los días, vale, pero esto se salía de la norma. Robert iba a responder pero un estruendo impidió que lo hiciera. Fuera, una grúa enorme, intentaba abrirse paso al pequeño callejón. Alison escondió sus labios en su bebida una vez más para terminarla mientras, dibujando una medio sonrisa forzada por el alcohol, vio cómo discutía con el encargado mientras ella se *encargaba* por supuesto, de que no faltasen provisiones. Alzó la mano y el buen hombre volvió a acudir. -Creo que no hace falta que me diga lo que va a pedir –Dijo, chistoso, volviendo a tomar su vaso para llenarlo. Miró hacia donde ella misma estaba haciendo. Bueno, no exactamente porque, supuso que la ebriedad, estaba haciendo que se fijara descaradamente en el trasero del tipo y en cómo marcaba los vaqueros –Mala noche para su amiguito ¿eh? -A mi amiguito –medio sonrió, jactándose de la expresión –con pensar en sí mismo le basta, así que poco creo que le importe –Terminó, alzando sus ojos interrogantes (y que empezaban a reflejar el Jack Daniels consumido) -Bien pues, lo que usted diga. Otra ronda. ¿Él va a…? -Alison se encogió de hombros con indiferencia –No tengo mucha cara de saberlo, ¿verdad? Yo sí, así que ya sabe, em… -David –Contestó el simpático camarero, retirándose y riendo ante la familiaridad de la situación. Una entre tropecientas. El “amiguito” decidió volver de su exilio pocos minutos después tras despedir con no demasiada simpatía al de la grúa. Cayó sobre la silla y, exhausto, se terminó de un trago todo lo que quedaba. -Maldita noche…-musitó. -¿Disculpa? Todo ha ido a pedir de boca, Robert, cómo puedes decir eso-Replicó, haciéndose la estupefacta. -Alison. No digas nada. Por favor. –Sólo la miró una vez más antes de volver a sus cubitos de hielo tintineantes entre sus manos. Esperando paz. Esperando no escuchar nada. -Bien, si no quieres hablar… -No –éste continuaba con la vista ausente –verás, resultaríais de poca ayuda a mi migraña tú y tus ataques de histeria ahora mismo. El camarero dejó una de las copas en el fregadero empezando a poner oído atento. La cosa se ponía interesante. Ahora no sólo eran la hippie y el estirado. Ahora se llamaban Robert y Alison, y Alison para añadir, está tarada. -¿Mis ataques de histeria? Vaya, resulta que cometo el error de expresar las cosas como las siento en el momento –frunció el ceño, revolviéndose en la silla y acercándose más a él. Bajó el tono a propósito –Sin embargo hay personas que desgraciadamente eso de la empatía –sintió el cosquilleo de su aliento sobre su oreja mezclado con el del whisky–no lo llevan muy bien. Se quedaron mirando. Él claramente lleno de rabia. Ella de desafío. Contrincantes que, en el fondo, no sabían lo que querían, ni uno ni otro. Cegados por una respuesta más cercana y palpable de cuanto imaginaban. Hizo un movimiento con la mano que había estado sosteniendo con fuerza el vaso para pedir al único pobre testigo de los hechos que dejara la botella. “Si no le importa también algo para llevarse a la boca”, dijo con no demasiado entusiasmo Tenía la sensación cada vez más exacta de que hoy serían tres personas las que cerrarían el local en lugar de una. TBC próx post
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 9, 2007 21:42:05 GMT 1
Maltesers.
Un bar, casi la hora de cenar y lo único que habían puesto frente a ellos era un patético cuenco lleno de maltesers hasta arriba. Vale que no hay que quejarse de lo que te den por escaso que sea pero….¿precisamente bolitas de chocolate? La cuestión es que habían pasado aproximadamente treinta minutos –quién sabe si más –desde que las habían empezado a tomar de cuando en cuando sin ton ni son al mismo ritmo que iban dejando vacía la botella de whisky. No dijeron nada durante un buen rato, sólo se miraron de refilón. Comiendo bolitas de chocolate, eso sí.
-¿Piensas eso? –Enunció Alison, a trompicones por el efecto ya muy evidente del alcohol –Quiero decir, ¿realmente tienes esa opinión de mí? –Lo miró, inquisitiva, mientras se llevaba otra bola a la boca.
-¿A qué demonios te refieres ahora? –Contestó, también considerablemente borracho.
-Ya sabes –Frunció los labios –Todo eso que has soltado antes y que ha sonado a declaración de odio.
-No me puedo creer que otra vez quieras empezar con esto –Replicó, en un susurro. Tranquilo. Rogando no verse forzado a alzar su voz de nuevo.
-Alison contestó con una risa socarrona –No, no, no. Es que no te entiendo –Continuó, mientras hacía esfuerzos para que las palabras salieran de su boca –Me sueltas esas cosas y después vienes, te preocupas y continúas con un proyecto que no deseas en realidad –Se llevó otro malteser a la boca, volviendo su mirada a él de nuevo–¿Hm? –Dejó caer, de manera incluso graciosa, el peso de la cabeza sobre una mano, como esperando.
-Robert reunió paciencia de donde ya casi no podía encontrar –Nunca me he negado a darte ayuda, lo sabes. Si la necesitas, sería injusto no dártela.
-¡Ah! –Exclamó. Riendo como no la había escuchado reír en su vida –Claro. De eso se trata, ¿entonces? Es….es únicamente eso. Ayuda, ¿no? Me ayudas, yo te…do…doy las gracias eteernamente y así ess-ssstamos en paz. Como buenos colegas.
-Tampoco es eso. Lo…lo sabes sin tener que exagerarlo todo, Alis-sson. Si lo hago es para que te vaya mejor.
-Claro –Bramó –pobre desvalida, ¿verdad? Por Dios Robert, no seas tan jodidamente ridículo. Dímelo de una vez.
-¿Ves? –La señaló con el dedo, como intentando reprenderla, pero en su lugar únicamente logró posar un dedo en su frente repetidas veces, como si la estuviera aleccionando –¡Si es que conmigo siempre te pones como una………camionera!
David estaba atónito presenciando la pelea de los dos tontainas. La gente ya empezaba a irse, sin dejar de posar sus miradas, algunas curiosas y otras jactándose, antes de cruzar la puerta añadiendo algún comentario.
-¿Qué siempre me pongo como una qué? –Alison apuró con rapidez su vaso para servirse más –¿Contigo? –Chasqueó la lengua en negación, apartando con brusquedad el dedo de su frente –Yo no teeengo la culpa de que tu mujegcita refinada con cara de frustrada y ojos de pez no te haga caso, Goobegt –Ya las palabras quedaban cada vez más estancadas en su boca. Dándose cuenta de su error –a conciencia –se llevo una mano a la boca- ¡Uy!
-Mujer de por medio–Murmuró el amable camarero mientras empezaba a hacer caja, simulando no escuchar–Pro-ble-ma.
-¡Bueno! –Replicó él, cada vez más encendido –tal vez sea porque la tengo en consideración como a las personas normales, que no tienen crisis, ni tiran periódicos en la cara a la gente, se emborrachan habitualmente o gritan por doquier. NO necesito eso, GRACIAS.
-¿En serio? Oh, me parece realmente tierno. ¡Si tanto dices quererla no mires a las alumnas “nuevecitas” de la “uni”! ¿Van con muchas dudas a su profe predilecto?
-Éste hizo una mueca incrédula y un gesto que decía “no pienso contestarte a esa grosería” –No eres la más apropiada para hablar precisamente, ya que pasas más tiempo en el “más allá” que en el “más acá”.
-Me preocuparía menos por los muertos –su mirada, desafiante se clavó directamente en sus ojos verdes. Irguió su cuerpo –si levantaras un poquito los ojos del ordenador –se acercó hasta tener su boca bien cerca y sentir su respiración –Goobegt –Escuchó perfectamente el tintineo del hielo en su oído, el ruido que hicieron sus labios al rozar el cristal e incluso sintió cómo el ardiente alcohol traspasaba su garganta.
-Levantaría los ojos del ordenador –replicó en su mismo tono –si no tuviera tanto trabajo delante y supiera que me ibas a prestar atención a mí en lugar de a Napoleón que ha ido a tomar café en tu cocina.
Alison entreabrió los labios, sin reacción por un momento. La mirada que le devolvió estaba totalmente llena de ira -¿Me estás llamando loca?
-Sí.
-¿Me….estás…llamando….loca?
-Um, ¡sí! –Contestó, hiriente.
-¡¿ME ESTÁS LLAMANDO LOCA?!
El grito hizo que la pareja joven que estaba al fondo abandonase su pasajera distracción. Se miraron, confusos. Después decidieron dejar la propina correspondiente y marcharse diciendo algo parecido a ¿acabarán matándose?
-Robert reventó, echándose hacia atrás en la silla. Porque sabía que lo estaba poniendo a prueba, para que dijera lo que ella quería oír –¡¿Qué parte del SÍ no has entendido?! Estás tan mal que en lugar de llamarte Ally-son deberían llamarte Ally-mcbeal.
Hubo un silencio. Previo al de una mano que chocó con brusquedad –y dolorosamente –contra su barba de dos días sobre la mejilla. Cuando consiguió volver la cabeza se topó con esos ojos azules de nuevo, ya más tranquilos. Como decepcionados. Cuando fue a darse cuenta, escasos centímetros los estaban separando. Alison se encogió de hombros
-Vale.
Fue lo único que respondió. Calma. Sin furia.
…¿Sin furia? Eso sí que era extraño.
Robert, aún sin poder decir nada, se limitó a apartar el periódico que alguien había dejado antes que ellos, único impedimento entre ambos en ese instante. Era la primera vez que la veía reaccionar así.
-¿No…vas a decirme nada? –Murmuró.
Ella se limitó a dejar más distancia entre ambos.
-¿Paaara qué? –Un leve *hic* abandonó su garganta –Ahora sé lo que piensas de mí.
-No, no no no. Oye. Alison –Ella iba a incorporarse, pero estuvo a tiempo para coger su antebrazo.
-Si si si si si –Dijo, burlona, mientras se deshacía de su tacto camino a la barra intentando mantener el equilibrio –Lo has dicho todo.
-No…-suspiró-¿Vamos a discutir por esto también?
-¡Nop! –Desde su posición, volvió a avisar al camarero. Quien ya empezaba a estar superado por la situación –Caaamarero, otrra ronda para Goobegt Earth y Ally Mcbeal.
-Nada de eso, amigos. Suficiente Jack Daniel’s por hoy –Contestó, retirando sus vasos y el cazo ya vacío –¿Sabéis? Las acciones de Google earth han bajado y Ally Mcbeal terminó hace tiempo –Hizo una pausa – Y sinceramente, si queréis un consejo os diría que levantarais vuestros culos de ahí para que pueda cerrar, pilléis el taxi que sea y os relajéis un poco –Alzó las cejas, insinuante –Me da a mí que lo que os hace falta no está aquí –Sacudió la botella vacía en su mano –ni en la mesa –Robert y Alison lo miraban sorprendidos –Me voy a casa.
-Am –Ella iba a decir algo, pero sólo pudo mirar con estupefacción a su compañero quien, incómodo, desvió la mirada al suelo –Quizá…
-Voy a pagar, será lo mejor –Le cortó antes de que continuara la frase. Le vio levantarse como pudo hasta llegar a la barra y dejó caer la cabeza entre sus brazos, preguntándose por qué demonios estaba pasando todo esto….o, lo más importante, por qué empezaba todo a darle vueltas. Demasiado alcohol.
Robert emprendió camino hacia la salida y le hizo una seña para que lo siguiera, ella asintió. Lo último que hizo fue despedirse del pobre David tímidamente con una mano. Éste, antes de que girara la cabeza para perderlo de vista, sólo dijo para que Robert no le oyera
-Buen derechazo.
Fue inevitable contener la carcajada .
*************** Ni sabían el tiempo que habían andado o cuánto, sólo que se las habían pasado entre acera y acera dando tumbos, paseando bajo las farolas agarrándose el uno al otro como buenamente podían para no caer al suelo.
-Teeen cuidado, mi calle es to-oooodo una maldita cuesta.
-Robert se rió – No soy un crío Alison –Tropezó con el escalón de su entrada-Vaaya, creo que ya hemos llegado. Estaba haarrrto de ese s-ssitio.
-¡Eh! Bastante ha hecho David con soportarnos-sss. A pesar de q..que lo que dijo que fue u…una tontería –Le entró la risa estúpida –Diooos, he bebido demasiado, ¡no encuentro las llaves! N..normalmente las encuentro.
-Deja, y..yo te ayudo –Replicó, acercándose hacia ella para ver si la encontraba en ese cúmulo de cosas que era su bolso.
-Estás igual de borracho que yo, Robert –Alison rodó los ojos –no las encontrarías
Mientras rebuscaba, con ese color en las mejillas y la medio sonrisa prendida de ebriedad, le pareció algo…no supo describirlo, quizá porque estaba demasiado…en fin, sin ser él, para racionalizar nada. Se había quedado pegado a ella junto a la puerta sin darse cuenta.
-¡Al fin! –Le devolvió la mirada, aguardando ese típico momento en el que él dijera “Bien, entonces me voy” o algo parecido.
-Alison –Llamó su atención de sus manos que intentaban encajar la llave –Sabes que todo lo que te dije no…
-Oh, ¡déjalo maldita sea! S…siempre te pasa lo mis-ssmo. Me ha…haces daño –bajó la cabeza, haciendo girar la llave hasta abrir –y luego quieres arreglarlo. No…no sé si es porque te arrepientes o qué pero –Apoyó una mano acusadora sobre su torso –es confuso. Muy confuso. Y no quiero sentirme confusa. Lo odio. Lo odio.
Los siguientes sucesos se agolparon tan rápido que fue difícil descifrarlos. Él la escuchó, dejó que entrara con naturalidad, dejando sus cosas sobre la mesa de la cocina. Cerró la puerta tras de sí para aprovechar el momento de ella para comprobar si seguía ahí o se había ido. Parecía sorprendida. Mucho. Como aquella vez, la primera q fue a esa dirección. La tomó por los hombros y todo fue caos. Buscó, la buscó, sus labios, su esencia, la mezcla de whisky y chocolate en su aliento, invadiéndole de un modo agradable mientras sus manos iban como necesitadas recorriendo cada parte sin tocar. En algún momento recordó sentir sus labios sobre su cuello, cerca de la nuez mientras que unas manos blanquecinas, revoltosas, desinhibidas quitaban su camisa y lo tiraban al sofá.
Entonces, se perdió. Y no supo qué demonios aguardaría el final.
Pero, joder, sabía bien.
Demasiado para el lado de Alison Mundy que no conocía.
|
|
|
Post by sandrabrigde on Nov 10, 2007 1:13:40 GMT 1
OMGGGGGGGGGGGGGGGGGGG Ese sofa no será el mismo nunca, que te lo digo yo.Robert super lanzado, oh dios... Lo de las alumnas somos nosotras,o no? más claro agua. Ese David me encanta...es como nosotras *Se parte el culo* Jorl...que grandeeee!!!! Muaksssssssssssssssssss
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 10, 2007 11:42:14 GMT 1
OMGGGGGGGGGGGGGGGGGGG Ese sofa no será el mismo nunca, que te lo digo yo.Robert super lanzado, oh dios... Lo de las alumnas somos nosotras,o no? más claro agua. Ese David me encanta...es como nosotras *Se parte el culo* Jorl...que grandeeee!!!! Muaksssssssssssssssssss Oye, que me voy a hacer famosa en el FF afterlifeiano por causar traumas de capitulos/lugares/cosas de la serie ahora el sofá...debo reconocer que hasta que no lo he escrito no me he quedado pancha...(esesofápedíaloquepedíanoloneguéisomg ) xDDDDDD Muchas gracias, corazón, por postear tan rápido y haberte hecho reír, que es lo que importa pronto la conclusión.
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 17, 2007 22:45:21 GMT 1
Tachaaaaaaaaan y la conclusión está aquí. Espero que disfrutéis del final ¿CULPA?–EPILOGO-After I have traveled so far We'd set the fire to the third bar We'd share each other like an island Until exhausted, close our eyelids And dreaming, pick up from The last place we left off Your soft skin is weeping A joy you can't keep in
I'm miles from where you are, I lay down on the cold ground And I, I pray that something picks me up and sets me down in your warm arms
And miles from where you are, I lay down on the cold ground and I, I pray that something picks me up and sets me down in your warm arms –Snow Patrol and martha wright, set the fire to the third bar.
Abrió los ojos. Y de repente, hallarse así, sin escuchar nada y con los brazos semi extendidos a ambos lados parecía el único representante de la paz absoluta. Todo estaba envuelto de algo….raro. Inusual. ¿O usual? Por un instante el aire no la asfixiaba, se sentía como hacía demasiados años que no se sentía, quizá en algún momento indeterminado de su vida, cuando creyó ser capaz de llevar adelante una rutina común, poder confundirse con el resto de gente que paseaba por la ciudad una mañana de Domingo, por poner un ejemplo estúpido. Un agradable calor invadía todo su cuerpo, cuando sus despertares más normales se daban estando ella completamente incorporada en la cama y tanto cabellos como ropa impregnada de ese espantoso sudor frío que tanto odiaba experimentar, pero lo hacía todos los días. Por eso, quizá, hoy todo era extraño. Las presencias no dan esta calidez. Imposible. Giró su cuerpo levemente para mirar su reloj de pulsera. Vale, era tarde, pero si había logrado tener un despertar más o menos cuerdo por sí misma tras el cúmulo de flashes dentro de su cerebro que no ayudaban a conectar los hechos sucedidos la noche anterior, lo menos que podía hacer era aprovecharlo haciéndose una buena taza de café. -Alison estate quieta, me quitas manta y apenas hay espacio -Un quejido más agradable que otra cosa surgió de su garganta. Se dio la vuelta como pudo, arrinconándose contra él, más dormida que despierta. Aspiró. Libertad. Su olor –Y tú eres un maldito quejita Robert. Duerme y calla, me duele demasiado la cabeza… Cerró los ojos. Hacía mucho que quería volver a sentirse así, simplemente: Con alguien que te rodea tiernamente la cintura con su brazo mientras duerme contigo. Así fue, para ella, una vez muy lejana ahora. Su piel tan suave, caliente aún. Un-momento. ¿Robert? ¿Rodeando su cintura? ¿Ella? ¿Qué...? Alison, despacio, fue moviéndose. Rezando a lo que quería que fuera, por no descubrir lo que esperaba descubrir. No. No. No podían haber acabado tan bebidos. Dio el gran paso, el de retirar lentamente la manta con una mano y asomar levemente su mirada. Necesitaba comprobarlo, era como una fina línea entre “sólo hemos hecho el ridículo” y “ mi dignidad se ha ido a pique de por vida”. Mierda. No podía ser. Esto…no…imposible. ¡No podía estar desnuda y al lado de Robert! Tenía que despertar de esta ¿pesadilla? , cuanto antes. Mojarse la cara para darse cuenta de que todo era un sueño. Sí. Eso iba a pasar y tenía que pasar. A pesar de que su mano sobre la cadera se sintiera más real que nunca… Oh Dios deja-de-pensar-en-ello. Averiguar por qué coño estás precisamente así al lado de tu compañero, o más bien esforzarse en querer creer que no ha pasado nada, es lo prioritario. -Qué estoy haciendo –Dijo, levantándose de golpe y buscando por algún lugar algo de ropa que echarse encima pero entre el horrible mareo que sintió, los albores de martilleos en su cabeza y que aún no lograba centrar su vista, a lo único que pudo recurrir fue a taparse con la otra manta, tirada en el suelo metros más allá. Robert, quien había vuelto a cerrar los ojos dejándose llevar por la somnolencia, se sobresaltó. Lo primero que hizo al incorporarse fue intentar mantenerse en su sitio por el intensísimo dolor de migraña. Posteriormente, vio una espalda desnuda. Pálida, casi más que la manta ocre que la envolvía a partir del sitio donde la espalda perdía su casto nombre. Su ropa, esparcida a trompicones por todas partes. Y no sólo la de él. Frunció el ceño. Se frotó los ojos, esperando que la visión se marchara. -Vaya. -Ella se volvió, cuestionándole con la mirada. Era gracioso, pero con ese aspecto de recién levantada, tenía ya comprobado, era como más adorable la encontraba -¿Vaya? ¿Eso es lo más inteligente que tienes que decir, psicólogo universitario? Dios, debió haberte tocado el título en una feria –Observó su estado de desnudez –Y…¡y hazme el favor de ponerte algo de ropa! -Tendré que decirte lo mismo entonces…-Alzo ambas cejas mientras sus ojos verdes se dirigieron a su cuerpo, que se insinuaba con tremenda inocencia entre la escasa vestimenta que llevaba. -¡Oh Cállate! –Abrió los labios al tiempo que sus mejillas se encendían. Consiguió cubrirse más para ponerse de pie. Avanzó unos pasos para volver a retrocederlos después –Que sepas que no quiero verte cuando salga –lanzó sus vaqueros hacia su dirección –¿De acuerdo? No… quiero que estés ahí cuando vuelva a abrir la puerta. Robert no pudo evitar reprimir la carcajada, pero ante la mirada acusadora de ella se puso serio y alzó ambas manos representando el son de paz. Su compañera le respondió marchando furiosa hacia el baño -Oye, Alison no creo que haya que….Llego tarde, muy tarde-El dolor que se había aplacado un poco durante unos minutos, volvió a resurgir –Dios, ¡joder! –Intentaba rebuscar entre los bolsillos de su arrugada chaqueta sus siempre fieles aspirinas -¡Robert! -Vale, vale, no quería decir eso–resopló, sentándose como pudo mientras intentaba localizar un vaso de agua –Yo…me iré ahora. -Haces bien –Dijo ella en mitad del pasillo -Sí –La incomodidad, la vuelta a ellos mismos, cada vez más evidente. -Estupendo. Entonces. Um –Desvió su mirada para meterse definitivamente en el baño cerrando la puerta con fuerza. En lugar de encender la ducha directamente, ahí se quedó. Apoyada sobre la madera de la puerta, dejándose arrastrar hacia abajo como una serpiente mientras seguía sintiendo su cabeza bombear. Varias cosas pasaron por su mente cuando cerró los ojos, el recuerdo de sus manos acariciando su torso o de él recorriendo su cuello febrilmente con los labios. ¿Por qué todo se le tenía que hacer tan complicado? Robert por otro lado, mientras terminaba de vestirse como podía –y encontraba por fin su bendita aspirina, aunque temía que eso no iba a ser suficiente ante el futuro interrogatorio de Barb en la facultad –veía inevitablemente divertida la situación. Por alguna extraña razón, aquella lógica que debió haberle llevado a salir espantado para jamás volver, se había quedado parada. Quizá porque a fin de cuentas así se sentía como en casa, quizá porque su conciencia no estaba mordiéndole el estómago, recordándole las malísimas consecuencias de cuanto había hecho. O tal vez por ella en sí misma. Porque los retazos que quedaban del encuentro eran tan agradables que quería tenerlos consigo. Al buscar con total naturalidad las llaves de su coche fue cuando, precisamente, averiguó que ese era el motivo por el que todo había acabado en esto. Se dirigió hacia la puerta del baño y tocó -No voy a abrirte. -Éste rodó los ojos –Yo tampoco voy a insistir para que lo hagas porque mi cabeza no aguantaría el ruido. Me voy. -Ya lo has dicho antes. -¿Se te ha olvidado a ti también un coche averiado? –Replicó –No seas cría y abre, qué más dará cómo te vea, míralo fríamente... –se encogió levemente de hombros –aunque no te acuerdes. Hubo un silencio que se le hizo eterno. Por un momento, creyó escuchar el chirriar del pomo cuando gira, ese leve roce del óxido… En su lugar, algo topó con su pie y lo cogió. Era su abono transporte anaranjado, el mismo que la vio sacar del bolso antes de que decidieran entregarse al whisky –y luego a sus cuerpos, aparentemente –Hizo una mueca divertida. -Línea uno, te deja ahí en quince minutos. Puedes quedártelo, no me importará comprarme otro. -Gracias –Escuchó, con sinceridad, a través de la puerta –Lo… -Largo, Robert. Obedeció, pero no sin antes quedarse a mitad de pasillo. Arrancó una hoja de su agenda y anotó algo en ella para pasarlo bajo la puerta. Sonrió para sí, intencionadamente. Comprobó su aspecto. Esto iba a ser peor de explicar que una mala noche. **********
Tomó el papelillo entre sus manos. Lo había oído pasar el umbral pero hasta ahora no había querido leerlo. Demasiado preocupada por las consecuencias de lo que había tenido lugar tan abruptamente. Tomó aire y finalmente se incorporó hasta que logró lavarse la cara. Se quitó la manta para ponerse su bata holgada de siempre. Algo más familiar. Leyó el contenido. “Que lo sienta no quiere decir que no haya disfrutado cada minuto. Te veo luego” Alison Mundy abrió la puerta para que por primera vez en muchas horas le diera el sol. Miró por su ventana y ahí lo vio: Sentado sobre los banquitos de la parada del autobús, maletín en mano y el disfraz del disimulo bien colocado. Parecía impaciente, no dejaba de mirar hacia la carretera para ver cuándo llegaba. De repente se imaginó a una preciosidad de crío rubio, con vaqueros y sueter, como su Joshie, mochila al hombro y esperando el transporte escolar con ilusión. Una débil sonrisa se imprimió en su rostro al tiempo que lo saludaba en la distancia. Volvió a mirar la nota Sí. Quizá valdría la pena comprobarlo. Recordando esos minutos, por supuesto
|
|
|
Post by jshepard on Nov 19, 2007 0:38:47 GMT 1
Guau!! Peaso fic!!! Un aplauso fuerte para la autora!!! Una historia estupenda, Lau. No puedo decir que la caracterización de los personajes y demas sea buena (no he visto la serie lo suficiente) pero te conozco y se que ha sido PERFECTA. Como siempre, un autentico placer que mi cerebro funcione unido a tus manos. Un besote y... "te veo luego"
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 19, 2007 1:11:27 GMT 1
Habrá que darle un aplauso también a la co-autora de todo esto ¿no? Al menos en lo que a aportación de ideas y diálogos se refiere, por más que yo haya redactado Un placer, ya lo sabes. Y mira que te tengo dicho, tienes que ver la serie....así, además de leerte el resto de historietas, podrías comprobar por ti misma si los reflejo fielmente o no ;D Besootes y GRACIAS, como siempre
|
|
|
Post by jshepard on Nov 19, 2007 1:18:10 GMT 1
Operación de acoso y derribo por parte de LauraMundy para que vea After... what?
Lo veré cuando tu veas todos los capitulos de Bones... ya sabe lo que toca XDDD
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 19, 2007 1:27:41 GMT 1
Yo ya no te acosaré y derribaré más, tranqui xDDDDD, bastante chantaje emocional horas de convicción han supuesto que aceptaras ayudarme con esto Bones la estoy viendo y me mola, no como..ooooooootraas
|
|
|
Post by regi on Nov 19, 2007 2:39:52 GMT 1
Ajá, corrigeme si me equivoco. Este fic es el del soplo no?? que mira q tengo mil pendientes y me lio más que nunca.. jajajajja. Total, sea o no sea tengo que ir leyendo de vez en cuando. He leido el primer capi. Bueno, lo que es el prólogo y el capi (conversación interesante que te deja pegada a la pantalla y disfrutando cada golpe de diálogo que se lanzan ellos dos), también claro. Lo que pasa que tengo que continuar y ahora ya I can't, cos tengo cosas de la facultad q revisar aún. Peeeeero, va por muy buen camino, al menos ya estoy enganchada por saber qué va a pasar. Muuu chulo. Y Por cierto, las fotos o header o banners.. al principio de tus fics, molan mucho, ¿no te lo había dicho?, pues me encantan (aunque más el fic, para qué negarlo). Un besazo!!!!!!
|
|
|
Post by sandrabrigde on Nov 23, 2007 2:16:50 GMT 1
Coño! No te había dejado ningún mensaje?? :oLas cosas se me dicen!!!!! En fin,que me ha encantado este final tan abierto y tan todo porque necesitabamos realmente esto más que el comer! Robert está de todo en este fic, believe me. Muaks
|
|
|
Post by LauraMundy on Nov 23, 2007 13:56:02 GMT 1
Wee ¡Re! Muchas gracias por pasarte, linda, que aunque sé que vas a tardar en terminar de leerlo, saber que lo has empezado me alivia..y....como siempre...me halagas con todas las cosas que dices xDDDD y que ¡no merezcoooo! SRSLY Bahhh, los headers los apaño como puedo, pero zenkiu, ya los iré haciendo cada vez más chulos ;D xDD sandra, tía, es que no quería molestarte XD y la verdad ya hasta me había olvidado del fic y las reviews pendientes que tenía por contestar así que me he asomado por casualidad y cuando he visto review nueva que era tuya he dicho ohmm pero ¡si es verdad que no había dejado opinión del final! Y bueno, es una historia bastante light, empiezo a edulcorarme con todo esto de la navidad pero de todos modos,estas cosas siempre animan y dado la escasez de ship hot que hemos tenido en la serie... yo también lo veía necesario. Robert SIEMPRE está de todo *babas* Mwakas!
|
|